Fragmento de “Enigma en 33 Versos”.
No basta decir “te amo”, no sólo inventar un juego de palabras para fingir un sentimiento.
He querido con ustedes compartir un mundo nuevo a través de mis versos y regar con el agua de la poesía el desolado jardín de la vida humana para que germinen los valores espirituales.
Estar enamorado también es sentir que hay cosas vacías, que en la vida muchas veces uno va en pos de metas falsas.
Mis poemas no me pertenecen, son de ustedes, porque no he escrito nada para mí, sino que trabajamos en la búsqueda del arte que sirva de aliento en los tiempos difíciles.
Como ustedes he sufrido y el dolor hace a los seres humanos más sensibles, pero también en esos momentos necesitamos escuchar himnos de amor y palabras el alma, musitadas quizás en la voz de quien nos acompañe en la secreta intimidad del hogar.
Precisamente en esa búsqueda de estímulo, aliento y renacer, surgen versos en los cuales el amor se alza como baluarte espiritual frente al materialismo.
Ciudad Guayana, 30-09-1991.
El mundo ha olvidado el verdadero amor, el trono del viejo príncipe parece haber quedado vacante porque ningún intelectual se atreve a salir en defensa de ese puro sentimiento, sin embargo no me cansaré de cantar al amor límpido que va más allá del puro deseo carnal.No dudaré en tomar la bandera del amor y oponerme a la guerra., porque el mundo en medio de sus sueños siempre se encamina hacia la violencia. Y todo porque hemos dado la espalda al amor. Pero me reiré del odio y de la muerte y enalteceré ese eterno sentimiento que ennoblece al ser humano.
Ciudad Guayana septiembre de 1991.
Día llegará cuando el hombre retorne al romanticismo, porque en medio de las crisis el hombre se vuelve más solidario, ya que el dolor sensibiliza. Así renacerá el amor, mientras tanto yo seguiré cantándole a ese puro sentimiento que siempre inspiró a los poetas.
Sé que el amor será el único asidero que nos permitirá no naufragar en el mar de la incertidumbre en los momentos difíciles que vivimos y en los que vendrán.
Por eso me ven, quizá como a un ser extraño, levantando una bandera y defendiendo una causa que pocos entienden. Es la causa del amor, fuerza llamada a transformar el mundo.
Y tú que escuchas o lees estás románticas poesías en el silencio de la noche donde velas, vuelve a amar como en los viejos tiempos, con la ternura infinita, con el amor que ennoblece, con las palabras más suaves.
Poco a poco, de tanto amor y vivir el infinito fuego que purifica, un día sentiremos que el mundo ha cambiado y que el odio, la envidia, la guerra y el crimen, ya no reinarán nunca más.