Himno de amor


En la cama ellos se amaban
y afuera el tiempo corría
con rumores de dolor
y presagios de amargura.

En la oscura intimidad 
acrecentaban la llama
y afuera el frío arreciaba
y los presagios corrían

Llegaron días de desolación 
y la gente comenzó a entender
el misterio de aquel amor.

Comenzaron a entender
que amándose en verdad
ni el frío del invierno
ni el fuego de la nada
podrían derrotarlos.

Eran fuertes los dos amantes;
en la miseria, más  solidarios
y entre las ruinas, eran hermanos.

Se amaban
Entre las delicias de una melodía.
El tiempo para ellos
era interminable.

Los presagios avanzaban,
pero no les importó,
se amaban en su cuarto
y se cubrían de besos
y escuchaban recitar
poemas de aliento
e himnos de amor.

“Para nosotros”, pensaban,
“fueron escritos esos versos
porque los dolores del alma
se curan con amor”.

Fueron noches de idilio
interminables,
de nardos y de rosas
en la recámara,
de cariño y de esperanza 
en un tiempo mejor.

Afuera el tiempo corría,
pero no les importó,
ellos estaban en su cama
y escuchaban recitar
estos versos de amor. 



Ciudad Guayana, jueves 19 de septiembre de 1991.