¿Dónde quedó la obra
de los filósofos modernos,
que negaron el, amor
que negaron el espíritu
que negaron a Dios?
Sus estatuas se derrumbaron
como ídolos de barro,
pero el amor no cayó.
Sus imperios cayeron
como se desvanecen los sueños,
pero el amor continuó.
¿Dónde quedaron
los enemigos del romanticismo?
Una ráfaga de olvido
sobre sus tumbas cayó.
El imperio de humo
se desvaneció
y los bellos diamantes
eran sólo gotas
que brillaban en la oscuridad.
En el principio de los principios
existió el amor
y siempre existirá.
¿Dónde quedaron sus enemigos?
Sus imperios cayeron,
pero el amor continuó.
Ciudad Guayana, 09 de septiembre de 1991.
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